EL EDÉN QUE SE PERDIÓ (Canción)

Letra y música: Eduardo Rosero Pantoja
A todos los siervos sin tierra y a la memoria de Eduardo Caballero Calderón


Yo sí canto por cantar
y canto por pendejear:
le canto al paisaje ajeno,
cercado con púas de acero,
que fuera algún día de todos
y ahora sólo es de Soto,
que se quedó con la tierra,
que la trabaja el labriego,
quien no posee ni una franja,
pero con sudor la riega,
le entrega su vida entera
y sus hijos en hilera,
para que tomen la “herencia”
que les quedó: “la indigencia”.

Hasta cuando he de cantar,
y siempre por pendejear,
en lugar de señalar
quien se robó la heredad,
que es de todos, sin dudar,
desde la Eva y Adam,
y el Edén más terrenal,
sin registro notarial.
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