FILANDIA

Por: Eduardo Rosero Pantoja

A Filandia, tierra de los Quimbayas, orfebres consagrados del oro,

hacedores de ídolos de arcilla, de flechas y macanas, de trampas, para los enemigos (E.R.P.).

Ahora he descubierto,

que esto es Filandia,

sus bonitas casas,

pintadas con gusto.

Sus plácidas calles,

que no causan susto,

sus buenos vecinos,

que trabajan duro,

para que el turismo,

tenga buen futuro.

El yarumo, el sauce,

en las verdes lomas,

del Edén quindiano,

de flores y aromas.

Si el día es soleado,

los tonos del verde,

por toda la vida,

quedan en tu mente.

Mas si el día es brumoso,

Filandia es de encanto,

que arranca al rapsoda,

inspirado canto.

Ciudad de artesanos,

que ganan la vida,

haciendo canastos,

de junco y de mimbre.

Van entretejiendo,

con sus manos diestras,

la ingeniosa trama,

de obras maestras.

Filandia merece,

vivir dignamente,

como lo hace ahora

y lo ha hecho siempre.

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