NADIE ESTÁ TRISTE (Tango)

Letra y música: Eduardo Rosero Pantoja

Porque me acabo todos los días,
poquito a poco, sin marcha atrás,
es que me sigue inquieto el verso,
siempre amarrado a mi trajinar.

Letras que escapan entre mis dedos,
como que corre el agua del río,
así mis ansias de ser artista
las guardo adentro del pecho mío.

De pronto sirve el gran esfuerzo,
vale la pena el querer surgir,
pero no tarda el presentimiento
de que muy pronto vas a partir.

Todo el que escribe se hace a la idea
de que su impronta va a perdurar,
pero malicia que es un ingenuo
porque la Tierra se va acabar.

¿Y quién hereda versos y coplas
que en tantos libros reposan ya?
si este mundo se pulveriza
cualquier instante del más acá.

Pero no falta el optimista
que aún versea y le canta al mar,
si ha de hundirse cual carabela,
que arrastra el viento sin contemplar.

Nos acabamos todos los días,
se caen los dientes, el pelo y más
y, sin embargo, nos engañamos
al creer que el globo vuelve a girar.

Cantan las ranas, cantan los sapos,
canta el jilguero, canta el gorrión
y todos cantan en coro inmenso,
que este mundo por fin se hundió.

Nadie está triste de haber vivido,
casi de gorra, en planeta azul,
pero sí duele el experimento
del Universo, en este rincón.
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