COMO DEFINIR LA MADRE RUSIA (Fox)
Letra y música: Eduardo Rosero Pantoja
Cómo definir la Madre Rusia,
sin dejar de lado vida y hechos.
Rusia: sus llanuras, sus estepas,
los bosques de Siberia y sus abetos.
Sus mujeres todas, tan hermosas,
su imagen vertida en las matrioshkas,
y sus hombres, fuertes bogatyres,
dignos de quedar en los menhires.
Rusia con sus vinos y comidas
y el vodka, el rey de las bebidas,
el caviar, manjar que es de los dioses,
que vuelve a los hombres más precoces.
Trigo y girasoles, con su oro,
y los tulipanes rojo fuego,
las lilias de mayo blanco y verde,
perfume de mujer, sencillo y tierno.
Las bayas de los campos, las frambuesas,
las moras, el agraz, las ricas fresas,
los regios champiñones de los bosques
y el jugo de abedul en dulces noches.
La luna de verano en el Moskova,
o un atardecer allá en el Cáucaso,
las aguas más azules del Mar Negro,
o una travesía río Volga abajo.
La Rusia del Baikal y las Kuriles,
el mar de Okhost, el Ártico de hielo
y toda la taigá, con los Urales,
sus grandes lagos y ríos con sus caudales.
Es larga historia vivida de once siglos,
todas sus guerras, victorias y derrotas,
todo el sentir que en el pecho se anida,
del ruso del común que es lo que importa.
Es la epopeya de un pueblo franco y simple.
dotado de un talento incomparable,
capaz de soportar un cataclismo,
por siempre solidario y hermanable.
Eso es definir la Madre Rusia.
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Cómo definir la Madre Rusia,
sin dejar de lado vida y hechos.
Rusia: sus llanuras, sus estepas,
los bosques de Siberia y sus abetos.
Sus mujeres todas, tan hermosas,
su imagen vertida en las matrioshkas,
y sus hombres, fuertes bogatyres,
dignos de quedar en los menhires.
Rusia con sus vinos y comidas
y el vodka, el rey de las bebidas,
el caviar, manjar que es de los dioses,
que vuelve a los hombres más precoces.
Trigo y girasoles, con su oro,
y los tulipanes rojo fuego,
las lilias de mayo blanco y verde,
perfume de mujer, sencillo y tierno.
Las bayas de los campos, las frambuesas,
las moras, el agraz, las ricas fresas,
los regios champiñones de los bosques
y el jugo de abedul en dulces noches.
La luna de verano en el Moskova,
o un atardecer allá en el Cáucaso,
las aguas más azules del Mar Negro,
o una travesía río Volga abajo.
La Rusia del Baikal y las Kuriles,
el mar de Okhost, el Ártico de hielo
y toda la taigá, con los Urales,
sus grandes lagos y ríos con sus caudales.
Es larga historia vivida de once siglos,
todas sus guerras, victorias y derrotas,
todo el sentir que en el pecho se anida,
del ruso del común que es lo que importa.
Es la epopeya de un pueblo franco y simple.
dotado de un talento incomparable,
capaz de soportar un cataclismo,
por siempre solidario y hermanable.
Eso es definir la Madre Rusia.
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