CANCIONES DE LOS CAMINOS

Por: Eduardo Rosero Pantoja

Canciones de los caminos,
que  recorriera  yo  en  bus,
del mapa vial de Colombia,
de extremo Norte hasta el Sur.

Y de Occidente al Oriente,
por sus montañas y llanos,
para  escuchar  a  la  gente
y  penetrar  en  su  arcano.

Todo  el  país  en  la  mira,
con su paisaje imponente,
de sus nevados y páramos
y  sus  ríos  en  creciente.

Me faltó, claro, el dinero
para hacer más recorridos,
por cien caminos menores
sumidos  en  el  olvido.

Por doquier están las cercas,
predominan  alambradas,
que te dicen, sin equívoco,
“esto es propiedad privada”.

Heredamos  un  país,
pero sólo en abstracto,
pues la tierra es de unos pocos,
que la tienen en sus manos.

Para saber de Colombia
hay que bajarse del bus
y preguntar cómo viven,
desde el Norte hasta el Sur.

Por las ciudades y aldeas,
campea la desigualdad,
la indiferencia de todos;
no hay solidaridad.

“Qué se salve el que más pueda”
le  escuché  al  cura  y  al  juez,
al  muy  piadoso  almueda
y  a  mi  abuelo  en  su  vejez.


“El tigre es como lo pintan”,
me dijo un paisa en Anserma,
“y si usted no tiene plata,
hasta el riñón se le merma”.

Para conocer a los pueblos
hay que almorzar en la plaza,
la  del  mercado  en  el  suelo,
donde  se  expresa  la  raza.

Allí  se  cuecen  las  habas,
junto a los chismes más frescos,
y se habla de muchas cosas
en  el  más  puro  dialecto.

*****

Comentarios

Entradas populares