AL TRABAJADOR COLOMBIANO (TANGO)

Letra y música: Eduardo Rosero Pantoja

A Mario Upegui, adalid nacional de la vivienda solidaria in memoriam

Muchas gracias al sastre,
por hacernos los trajes,
lo mismo que al carpintero
por sus mesas, por su arte.

Gracias al cerrajero,
al plomero, al eléctrico,
por hacernos las casas
más seguras y gratas.

Al zapatero que calza,
de lo más bello, a la gente,
lo mismo que al peluquero,
por dejarla bien decente.

Al conductor, al tendero,
por sus favores al pueblo:
lo comunican , lo nutren,
lo enteran de lo más nuevo.

Al mercader de la plaza,
por vendernos fruta fresca,
la que produce este trópico,
de vitaminas, un reino.

Al carnicero que vende
la res y el cerdo, en balanza,
sin importarle el olor,
que expele siempre la carne.

Al aseador de las calles
que madruga con la escoba
a recoger la basura
de los supuestos señores.

Al que nos barre las calles,
al que recicla cartones,
yo les dedico mi canto
al compás de diez tambores.

Al mensajero que trae,
los recibos de los bancos,
especie de malas nuevas,
lo más cercano al atraco.

A todo aquel que nos sirve
en las ciudades y el campo
y vive su vida honrada
sólo a expensas del salario.

A la gentil secretaria,
que en la oficina despacha,
y nos gestiona en minutos
las peticiones, cual maga.

Al cantaor de la noche,
serenatero del pueblo,
médico de corazones,
como gorrión o jilguero.

Para el maestro de escuela
que te fue abriendo los ojos,
hizo que dudes de todo
y no se puso de hinojos.

Para el doctor que conjura
nuestras terribles dolencias
y para el brujo que cura
con siete hierbas violentas.

Al ingeniero que traza
y pavimenta las calles,
que han de durarnos cien años,
sin “ce, ve, ye” de canallas.

A los mineros, mi canto,
son mis héroes preferidos,
por labrar en socavones
en permanente peligro.

Y claro que van mis versos
al campesino del alma,
por dejar allá en el surco
su sudor y muchas lágrimas.

A vendedores de prensa,
hombres, mujeres, humildes,
quienes, sin culpa, propagan,
las más solemnes mentiras.

A los sabios de las ciencias,
naturales y sociales,
les canto, allá en su silencio,
canciones reverenciales.

Para el poeta que anuncia
lo que el futuro será,
entre sus versos y el vino
que se sirvió en baccarat.
*****

Comentarios

Entradas populares