COPLAS ORTEGUNAS (Versos)

Por:  Eduardo Rosero Pantoja

A la memoria de doña Ramona Leal de Reyes

Brava ha estado mi vecina,
por robarse mi gallina,
por robarse a mi gallo,
está bravo don Robayo.

Si lo dijo la Academia,
te jodiste espantajo,
ve subiendo para arriba,
ve bajando para abajo.

Se llenó de liberales,
la Academia de la Lengua,
pues los godos sirven de algo,
a pesar de estar en mengua.

Este hombre sí que es bruto
y no tiene atenuantes,
pero es siempre decidido
y hoy la embarra más que antes.

No te creas en las flores,
ni alabanzas de Machado,
porque santo alabado,
es un santo ya cagado.

Unos dicen de Graciela,
que es sin gracia y muy zonza,
otros dicen que es a medias,
algo tonta, pero pronta.

Puede un bobo, que es toreado,
acabar con su mamá,
ha mostrado hoy sus alcances,
un gandul de Chocontá.

Una vaca que es ladrona,
nunca olvida el portillo,
nos lo dijo el otro día,
el inquieto armadillo.

Si ahora que es chiquito,
el muchacho masca grano,
que será cuando sea grande,
cuando sea puro marrano.

Es el tiempo del derecho,
de la ley y de los fueros,
cada cual hoy puede hacer,
de culo un balero.

Esto dijo la alcaldesa,
dirigiéndose a su pueblo,
un saludo a las Nayibes,
que han luchado con denuedo.

Este amor salió completo,
con el número de vacas,
se acabaron ya las vacas
y él se alzó con las petacas.

Ya no creas en el Diablo,
ni en un ser que sea contrario,
eso ya resulta huero
y bastante estrafalario.

Oye tú que estás tan viejo,
sigues creyendo en el Diablo,
en llegando a los cien años,
cambiarás Diablo por Diabla.
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