ARMIÑO (Gavota)
Letra
y música: Eduardo Rosero Pantoja
En honor de Armiño, el burro hermoso de La Mesa,
Cundinamarca
Para mis hijas Inírida y Ariadna que conocen al noble pollino
Noble armiño del alma, el borrico mesuno,
que te bajas del monte a brindar tu saludo.
Tu cabeza de sabio sobresale en tu cuerpo,
tus ojazos nos dicen, que no guardas
entuerto.
Tu color café oscuro, le contrasta al
blanco,
que rodea tus ojos, cariñosos y francos.
Sólo falta que hables, mientras yo te
acaricio
tu hocico alargado, que besarlo es delicia.
Cada vez que yo bajo de visita a mi
hermano,
no lo pienso dos veces y ¡Armiño! te llamo.
Ahora estás jubilado y repelas buen pasto,
mucho has trabajado y mereces el fasto.
Ojalá que muy pronto den pensión a los
burros
y que vivan más cerca de los niños del
mundo.
Son ejemplo de vida, de trabajo y
paciencia,
permanente ejemplo de animal inocencia.
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