CALLES DE LA CANDELARIA (Tango)
Letra
y música: Eduardo Rosero Pantoja
A la gente que vive y labora en La Candelaria, antigua
Mueketá
Ingresé a La Candelaria,
con fe
y con esperanza,
por la
calle nominada
María Mercedes Carranza.
Entré un rato al León Tostoi
y paré
en la Casa
Silva,
la del
bardo bogotano,
que perdura en los siglos.
Y pasé por Careperro,
una calle
de respeto,
que nos lleva a otra famosa,
la del Chorro de Quevedo.
Y muy cerca de este sitio,
vi
Calle de las Brujas,
Gato Gris, precioso bar,
que es de soles y de lunas.
Justo allí en La Candelaria
vive y crea un ebanista,
que elabora las guitarras
más sonoras de la villa.
El “Cacique Sugamuxi”,
un hostal que sirve al pueblo,
el que
estudia y trabaja
y lo
hace con denuedo.
Las escuelas y colegios,
universidades muchas,
le abren
bien, ojos y oídos,
a la gente que ahora lucha.
Por un presente más justo,
por un
futuro anhelado,
basados en la hermandad
como el don que es más preciado.
El periódico “El Baluarte”
con sus miles de lectores,
bien
informa de los hechos
de cultura
y de deportes.
La Candelaria
se extiende,
mirando siempre a los cerros,
esos guardianes tan verdes,
con la forma de camellos.
Verdadera identidad
de la antigua Bogotá,
sólo está en La Candelaria,
que antes fuera Mueketá.
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