ATARDECER EN GUACARÍ (Romanza)
Letra y música: Eduardo Rosero Pantoja
En Guacarí veo la lluvia
con la torcaza color pardo
y el colibrí que cruza el aire
bajo los rayos del sol padre.
Todo es silencio en el concierto
de bellas aves tropicales,
el azulejo da su canto
y escuchan todas su contralto.
Cae la tarde, poco a poco,
las hojas quedan todas quietas,
nada perturba la armonía,
la nube gris pronto se aleja.
La luna asoma a la distancia
y la acompañan mil estrellas,
hay claro azul en todo el dombo,
se anuncia ya una noche bella.
Entre el follaje la luciérnaga
regala luces a la noche,
para volverla más romántica,
con los perfumes en derroche,
que da el jazmín todo el huerto
con los azahares del naranjo,
que ha florecido en cien botones
para esparcir su regio vaho.
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En Guacarí veo la lluvia
con la torcaza color pardo
y el colibrí que cruza el aire
bajo los rayos del sol padre.
Todo es silencio en el concierto
de bellas aves tropicales,
el azulejo da su canto
y escuchan todas su contralto.
Cae la tarde, poco a poco,
las hojas quedan todas quietas,
nada perturba la armonía,
la nube gris pronto se aleja.
La luna asoma a la distancia
y la acompañan mil estrellas,
hay claro azul en todo el dombo,
se anuncia ya una noche bella.
Entre el follaje la luciérnaga
regala luces a la noche,
para volverla más romántica,
con los perfumes en derroche,
que da el jazmín todo el huerto
con los azahares del naranjo,
que ha florecido en cien botones
para esparcir su regio vaho.
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