MELCÍADES (Tango)

Por: Eduardo Rosero Pantoja

“¡Creer!, ¡Obedecer!, ¡Combatir!” (Los ideales del fascismo).

Es Gorgonio mi amo

y  yo el indio Melcíades,

él es blanco cual queso

y yo casi soy negro.

Él es dueño absoluto

de unos fundos enormes,

de caballos y vacas,

con valor de millones.

Además, presidente,

que gobierna a Colombia,

con estilo grosero

y palabras de arriero.

Llama desde Palacio

a inquirir por huevitos,

por lechita y  carnita,

sin perderse un diíta.

Truena desde Palacio

con la orden urgente

de aprender el manejo

de las armas de fuego.

Eso sí me asustó

y huí hacia el Sur,

antes de convertirme

en matón, sin perdón.

Hoy me aterra saber

de ese amo que tuve,

que llenó de dolor

la sufrida nación.

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