PALOS DE CIEGO

Por: Eduardo Rosero Pantoja

A los estudiosos de la economía política

Hoy me despabilo

y caigo en la cuenta,

que todo mi camino,

lo he andado a tientas.

Caminando por él,

dando palos de ciego,

humana vida entera,

metido en el trasiego.

Mis primeros pinitos,

por cierto, los de un ciego,

tambaleándome aquí,

sin caer nunca en el suelo.

Mis siguientes pasos,

los viví en la escuela,

vocales, consonantes,

todo en secuela.

Fuera de escribir mamá,

en el cuaderno,

fue todo lo demás,

un mero infierno.

La escuela y el colegio,

no son nada,

es tiempo perdido,

que anonada.

Once años vividos,

sobre rieles,

arrastran la legión,

de bachilleres.

Y saltan al vacío,

como los ciegos,

buscando facultad,

olor a espliego.

El ser profesional,

no te da nada,

te enganchas en el tren,

de la majada.

Que da el combustible,

a los ricos,

a los cien potentados,

de este siglo.

Y así pasa la vida,

entre cegueras,

mientras campea dueño,

de bodegas.

Él determina el hambre,

de los pueblos,

mientras se ríe a solas,

del que muere.

El amo del arroz

y de la fruta,

que trata a los demás,

cual gente bruta.

El dueño de los bancos,

de la lonja,

para quien hemos sido,

gente intonsa.

Que da palos de ciego,

y va de rumba,

bailando de la cuna,

hasta la tumba.

Pero hoy me despabilo

y caigo en cuenta,

que todo mi camino,

lo he andado a tientas.

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